T02-E01. Introducción a la temporada 2
Por qué es importante hablar sobre las vacunas
Por qué hablamos de estos temas
Hay un debate que no podemos ignorar
En los últimos años, el debate sobre la vacunación ha cobrado un auge sin precedentes. Como padres, nos encontramos en la necesidad de tomar una postura, ya sea a favor o en contra de la vacunación de nuestros hijos. La intensidad de este debate nos impulsa a investigar a fondo el tema, buscando respuestas contundentes que acallen las dudas y la incertidumbre.
Sin embargo, surge una pregunta inquietante: ¿por qué no se ha logrado zanjar este debate de una vez por todas? Si la ciencia avala la seguridad y eficacia de las vacunas, ¿por qué hay personas que aún dudan? ¿Qué falla en la comunicación por parte de los científicos, los medios de comunicación y los pediatras para que no se haya podido llegar a un consenso?
Este debate nos afecta a todos, ya sea de manera directa o indirecta. Tarde o temprano, nos enfrentaremos a la decisión de vacunar a nuestros hijos, a la necesidad de recibir una vacuna en el contexto de una pandemia, o incluso a la exigencia de vacunación para acceder a ciertos trabajos o servicios.
Es hora de abordar este debate con seriedad y responsabilidad. Es necesario que la información científica se transmita de forma clara y accesible, disipando las dudas y los mitos que rodean a las vacunas. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más saludable y protegida.
Testimonios de daños por vacunas: Un tema complejo y sensible
En los últimos años, ha crecido el número de personas que reportan haber sido afectadas negativamente por las vacunas. Si bien una parte de estos testimonios pueden ser falsos o inexactos, es importante reconocer que la experiencia de estas personas es real y no debe ser invalidada sin una investigación exhaustiva.
Razones para reportar daños:
Crear conciencia: Muchos de los padres que reportan daños en sus hijos buscan crear conciencia sobre los posibles riesgos asociados a las vacunas.
Denunciar posibles efectos secundarios: Los científicos y médicos que reportan daños por vacunas buscan contribuir al conocimiento científico y promover la seguridad de las mismas.
Luchar por un mejor sistema de salud: Algunos buscan cambios en el sistema de salud para que se tomen en serio las posibles reacciones adversas a las vacunas.
Incentivos para no reportar daños:
Miedo a represalias: Los padres pueden temer represalias legales o sociales por hablar en contra de las vacunas.
Presión social: Los médicos pueden sentir presión por parte de la comunidad médica para no reportar posibles efectos secundarios.
Daño a la reputación: Los profesionales de la salud pueden temer que su reputación se vea afectada si reportan daños por vacunas. Esto es entendible dado que pueden incluso llegar a perder sus licencias profesionales, como le pasó a un pediatra exitoso (Paul Thomas autor de Vaccines 2.0) cuando éste publicó los resultados de su práctica pediátrica, y como los mismos mostraban que la salud de sus pacientes parecía estar más deteriorada a medida que más vacunas recibían.
Validez de los testimonios
Si bien es cierto que los padres no son médicos, muchos de ellos tienen un alto nivel educativo y son capaces de analizar la información científica disponible. Además, la experiencia personal, aunque no sea científica, es una parte importante del debate sobre la seguridad de las vacunas.
Importancia de la investigación
Es crucial realizar investigaciones exhaustivas para determinar si existe una relación causal entre las vacunas y los daños reportados. Se necesitan estudios científicos independientes y bien diseñados para comprender mejor los posibles riesgos y beneficios de las vacunas.
Aumento de reportes
Es imposible negar que la salud de los niños en la población occidental se ha venido deteriorando rápidamente en los últimos 40 años. La aparición de enfermedades neurológicas y auto inmunes que no tenían precedente. Algunos atribuyen esto a mayor conocimiento médico, mejores diagnósticos, o que los padres ahora reportan más este tipo de desórdenes que antes (Berman 2020, chap. 11). Pero la realidad es que hay algo mas a lo que la niñez ( y las madres en embarazo) está siendo expuesta, que los esta afectando. Algo que no existía en la generación de los baby boomers, y mucho menos en la de nuestros abuelos.
Las vacunas se postulan como una de las posibles causas de esto y vale la pena por le menos detenerse a considerar esta hipótesis:
Aparecen en los 60s y van creciendo de manera exponencial en dosis, refuerzos y tipos de vacunas hasta los 2020s.
Están exceptas de responsabilidad legal (al menos en los Estados unidos) por cualquier posible daño que puedan causar.
Se sabe que muchos de sus ingredientes pueden ser tóxicos para el cuerpo (Polisorbato 80, aluminio, timerosal, formaldehído, etc. Ver episodio 8 de esta temporada)
Es posible que las vacunas no sean la causa de esas enfermedades, pero justificar la no causalidad de las vacunas asumiendo que los reportes de los padres es lo único que ha aumentado, pero la incidencia de las enfermedades crónicas ha sido siempre la misma, es un poco descabellado.
Rumores y miedo.
Los rumores y la información falsa sobre las vacunas generan miedo y confusión en los padres de familia. Es importante combatir la desinformación con información veraz y basada en evidencia científica. El problema es que ambos lados del debate opinan que la ciencia está de su lado. Entonces, ¿cómo sabemos cuál de los dos tiene la razón?
Correlación entre aumento de vacunas y aumento de enfermedades.
Desde 1986 la agenda de vacunación ha cambiado mucho. Se ha pasado de 3 vacunas (10 dosis) a 13 vacunas (69 dosis) en 2023.
Esquema de vacunación en 1986 en USA
Esquema de vacunación actual (2023)
Es cierto que hay un número creciente de vacunas en producción, con alrededor de 100 candidatas en desarrollo. Esto genera una serie de preguntas que los padres se plantean a la hora de vacunar a sus hijos.
- ¿Por qué debemos ponerle a nuestros hijos cualquier vacuna que sale?
- ¿En necesario vacunar contra enfermedades que son relativamente benignas?
- ¿Por qué razón la incidencia de enfermedades autoinmunes como las alergias , síndromes, enfermedades neurológicas, y enfermedades crónicas ha aumentado a la par que ha aumentado el número de vacunas infantiles? Todas esas son preguntas que merecen una respuesta
- ¿Cuánto es suficiente? Hay miles si no millones de antígenos en la naturaleza. Vamos a fabricar vacunas y a vacunarnos contra todos?
Las vacunas son obligatorias: Controversia, derechos y responsabilidades
La obligatoriedad de las vacunas genera un debate complejo que involucra derechos individuales, responsabilidades colectivas y la búsqueda del bien común.
Mercado cautivo y derecho a la información:
Las vacunas son el único producto médico obligatorio y, como tal, existe el derecho a conocer con detalle qué se está inyectando en el cuerpo. La controversia sería menor si la vacunación no fuera obligatoria.
Algunos padres consideran que la obligatoriedad de las vacunas viola sus derechos democráticos básicos, mientras que otros opinan que la evidencia científica sobre su seguridad y eficacia no es suficiente para justificar un mandato.
Las vacunas obligatorias impactan en el acceso a la educación, la salud y la movilidad. Los niños no vacunados pueden ser excluidos de los colegios, y algunos países exigen vacunación para viajes internacionales.
Preocupaciones sobre los componentes:
Las dudas sobre la seguridad de las vacunas se basan en la presencia de virus, proteínas, adyuvantes, antibióticos, detergentes, “buffers” ácidos y alcalinos, células animales, ADN, etc.
Dilemas en la democracia:
En una democracia, las políticas públicas buscan el bien común, aunque no siempre son aceptadas por todos. La controversia de las vacunas pone en tensión la libertad individual con la responsabilidad colectiva de proteger la salud pública.
Salvedades
Como padres, todos compartimos el deseo de proteger a nuestros hijos de enfermedades y sufrimiento. La vacunación se presenta como una herramienta poderosa para la prevención, pero también genera dudas e incertidumbres.
Costos y beneficios de la prevención
Si bien apoyamos la prevención de enfermedades, es importante considerar los costos asociados a la vacunación. Los riesgos y beneficios deben ser cuidadosamente evaluados por cada persona antes de tomar una decisión.
Costo inherente de las vacunas:
El debate actual gira en torno al costo inherente de las vacunas. Nos proponemos compartir información sobre los riesgos y beneficios de las vacunas, desde la perspectiva de padres que investigan y no desde la de científicos. En ningún momento pretendemos tener más o mejor información que los científicos o expertos en el tema. Tampoco creemos que somos más capaces o estamos en una mejor posición que la de profesionales de la salud como pediatras o de instituciones reconocidas internacionalmente como la OMS o la CDC. Solo presentamos nuestro punto de vista en base a lo que hemos investigado, pero eso no significa que no sea posible que estemos equivocados. Sin embargo, hasta el sol de hoy, ningún médico, científico o profesional de la salud a respondido satisfactoriamente a las preguntas que hacemos en este podcast.
Complejidad del tema:
La complejidad del tema radica en la variedad de áreas del conocimiento que involucra, como pediatría, inmunología, bacteriología, virología, etc. No pretendemos dar consejos ni sugerencias, sino fomentar la investigación individual.
Objetivo: Acercarnos a La verdad
Nuestro objetivo es buscar la verdad en este tema tan importante. Toda la información que proporcionamos es verificable y estamos abiertos a recibir sugerencias y corregir errores.