T02-E08. Ingredientes de las vacunas
Aluminio, timerosal, formaldehido, polisorbato 80, glutamato monosódico, agentes biológicos desconocidos y rastros de ADN animal y humano.
1 Aluminio
El aluminio es un ingrediente tóxico para el cerebro, es decir, se sabe que es una neurotoxina, por eso (al igual que con el mercurio) te aconsejan que no comas comidas enlatadas a menos que las latas tengan esa cobertura interna que evita el contacto directo de los alimentos con el aluminio. Es por eso también que uno de los lados del papel aluminio tiene una película brillante, es para evitar la adhesión de micropartículas de aluminio a los alimentos, ye eventualmente su consumo.
1.1 Por qué lo usan entonces en las vacunas?
El aluminio lo usan en forma de geles o sales en muchas vacunas como adyuvante. Es decir, como algo que ‘toree’ el sistema inmune para que este reconozca al antígeno (virus o bacteria) que introdujeron junto con el aluminio en la jeringa. Recordemos que la manera natural en la que los virus entran al cuerpo, y por tanto, la forma natural en que el sistema inmune se prende (por decir de alguna amera) es a través de las células T que tenemos en la boca, la y la nariz; que son las entradas al sistema digestivo y respiratorio. Cuando meten artificialmente un virus o bacteria al sistema sanguíneo, especialmente si este ya está muerto, el cuerpo no sabe qué hacer con eso y muchas veces ni lo ve como una amenaza. Por eso se ayudan del aluminio, que prende a las patadas el sistema inmune, para que este reconozca el virus o bacteria que anda por ahí, y se empiece a producir la creación de anticuerpos.
Antes de pasar al mecanismo del aluminio, 1 cosa, recordemos que la creación de anticuerpos no es la única función del sistema inmune y no es suficiente evidencia de que un organismo ya es completamente inmune a un virus. La creación de anticuerpos, en el sistema natural al menos, es la última parte de la defensa. Pero hay un montón de instancias anteriores a esto que también equipan al cuerpo para la próxima vez que el organismo se encuentre con el virus. Todo esto la vacuna se lo salta, por eso es que su efectividad se desvanece después de algunos años, a diferencia de las defensas creadas orgánicamente, que duran muchos años más, y para muchas enfermedades, duran de por vida.
Pero bueno, como los anticuerpos se pueden medir, la lógica de las vacunas dice: Produjo anticuerpos, listo es inmune. Y por eso es que usan el aluminio.
1.2 Cómo torea el aluminio al sistema inmune?
El proceso celular está técnicamente explicado en los links que les dejamos, pero básicamente el aluminio rompe membranas celulares de aquellas células con las que entra en contacto, y estas células empiezan a filtrar sus contenidos internos.
Las consecuencias de esto son dos: Una, pues estas células mueren obviamente
Y la otra es que algunos de estos contenidos internos son inflamatorios y dañinos así sueltos en el organismo, por fuera de sus membranas.
El cuerpo los ve como amenaza y prende sus defensas para destruirlos. Ahí se encuentra con el virus inyectado y lo mata y crea anticuerpos contra el (muy bien…aunque sabemos que esto es subóptimo pero listo), el problema es que también se encuentra con las partículas orgánicas de su propio organismo (que quedaron de las células destruidas) y las ataca y cataloga como enemigos.
Y si esto fuera un proceso de “una vez” y ya, aunque destructivo, uno dice listo. Pero es que el aluminio no se va para ninguna parte, al menos no rápido, ni del todo. Recordemos que está en la sangre, y el sistema sanguíneo es un sistema cerrado, y la única salida es por la lenta filtración de la sangre por medio de los riñones. Y mientras esa filtración lenta (que nunca es total) sucede, qué pasa? Pues se queda dando vueltas en el sistema sanguíneo. Vueltas y vueltas sin poder salir. Y todo el tiempo que anda por ahí circulando, que esta haciendo? Pues seguir toreando al cuerpo, seguir destruyendo células a su paso, y seguir poniendo al sistema inmune en alerta de peligro. Se sigue repitiendo el proceso anteriormente descrito, con la gran diferencia de que ya no hay peligro; ya el virus introducido artificialmente se destruyó y los anticuerpos se crearon. Pero el aluminio sigue poniendo el cuerpo en alerta, y obliga al organismo a vivir sobrecargado, cuando ya no es necesario.
Y una nota acá, este paso de aluminio por los riñones también los lastima. Y dependiendo de las predisposiciones genéticas de los niños a los problemas de filtración, esta eliminación de aluminio puede ser más o menos tóxica para estos vitales órganos.
1.3 Termina acá la historia del aluminio? No.
Resulta que todo el tiempo que este aluminio queda dando vueltas por ahí, una de las partes por las que viaja, es el cerebro. Viaja por todos los órganos también, pero hablar de que llega al cerebro es importante porque el cebero, a diferencia del resto de órganos (por su importancia) tiene algo que se llama la barrera Sangre-cerebro. Ningún otro órgano tiene una muralla de protección como esta, y el aluminio desafortunadamente puede atravesar esta barrera y llegar al cerebro por dos razones:
- Al comerse las partículas contaminadas de aluminio en el proceso de destrucción celular mencionado antes, los macrófagos (células del sistema inmune) se comen también el aluminio. Los macrófagos pueden pasar por la barrera sangre-cerebro, y al hacerlo se llevan consigo el aluminio
- El polisorbato 80 (otro aditivo que traen algunas vacunas) debilita o adelgaza la barrera sangre-cerebro. Si una vacuna tiene aluminio y polisorbato 80, es más fácil un para el aluminio entrar al cerebro y seguir destruyendo células.
Hay evidencia que sugiere que éste tiene una facilidad o propensión alta de adherirse al cerebro. Chris Exley, un profesor que ha estudiado el aluminio casi que toda su vida académica y que ha publicado bastante sobre el tema dijo en uno de sus estudios Aluminum in brain tissue in autism. Journal of Trace Elements in Medicine and Biology del 2018:
“..el contenido de aluminio en tejido cerebral de personas autistas es consistentemente alto. Los valores más altos registrados de presencia de aluminio en cerebros humanos han sido en personas autistas”.(Mold et al. 2018, 76-82)
Otro estudio publicado en Current Medicinal Chemistry concluyó lo siguiente:
Investigación experimental muestra claramente que los adyuvantes de aluminio tienen el potencial de inducir desordenes neurológicos serios en humanos. EN particular, el aluminio en forma de adyuvante lleva consigo riesgos de desórdenes autoinmunes, inflamación cerebral por largo plazo y complicaciones neurológicas.(L. Tomljenovic y Shaw 2011, 2630-37)
Otro estudio en Immunologic Research, los autores concluyeron:
En niños pequeños, una correlación significativamente alta existe entre el número de vacunas pediátricas con adyuvante a base de aluminio administradas, y la tasa de desórdenes del especto del autismo (Shaw y Tomljenovic 2013, 304-16)
Otro estudio, este es el último, vale mucho la pena mencionar. Lo empezaron en 1994 pero se publicó recién en el 2010 porque siguió a los sujetos por varios años. Se llama “Influence of pediatric vaccines on amygdala growth and opioid ligand binding in rhesus macaque infants: A pilot study” (Hewitson et al. 2010, 147-64):
Tomaron 16 monos bebes, a 12 les administraron la agenda de vacunación infantil de 1990 tal cual como si fueran niños, mismas dosis, mismos refuerzos en las mismas fechas, etc. Y a los otros les dieron un placebo. Un verdadero placebo, solución salina.
Encontraron que los vacunados después de 5 años, tenían un volumen de masa cerebral mucho mas grande que el de los no vacunados. Es decir, un tejido cerebral consistentemente inflamado. También encontraron que la amígdala (no las amígdalas de la garganta sino la amígdala cerebral, que es la parte del cerebro encargada de procesar emociones y socialización entre otras cosas), no maduraba bien en los monos vacunados a diferencia de los no vacunados. De nuevo, para el mecanismo técnico de por qué se da esto les dejamos la referencia al estudio, pero básicamente a los vacunados se les inhabilitaron unos receptores en el cerebro llamados Kappa, y esto afecto la actividad social de los monos vacunados impidiéndoles socializar normalmente (Hewitson et al. 2010).
¿Por qué es importante este estudio? Porque en estudios que se han hecho con humanos, se ha encontrado que problemas con el desarrollo de la amígdala están siempre presentes en dificultades sociales y de comunicación, y ansiedad en los sujetos del estudio (Avino et al. 2018, 3710-15). La multiplicación neuronal (desarrollo cerebral) es mucho menor cuando hay problemas en la amígdala (Bergeron 2013).
También hay un estudio del 2010 que ha mostrado que los pacientes de Alzheimer suelen tener altas acumulaciones de aluminio e la amígdala (Lucija Tomljenovic 2011, 567-98).
Paremos ahí. Vamos con otros ingredientes de las vacunas:
2 Timerosal
El Timerosal, que es un compuesto químico orgánico y sólido que tiene casi un 50% de mercurio en su masa, es uno de los ingredientes más cuestionables en las vacunas. Lo usan como preservativo, para que microorganismos u hongos que hay en el ambiente no contaminen la vacuna, pero es tan toxico, que poco a poco, y sin hacer ningún ruido al respecto, en los últimos 20 años lo han ido sacando de las vacunas.
Sabemos que es toxico consumirlo, aun en cantidades pequeñas; por algo nos dicen que limitemos el consumo de peces de océano grandes como el atún. Estas pequeñas cantidades de mercurio, aun a través del sistema digestivo que es abierto y por lo tanto hay forma de desechar, es peligroso. ¿Cuanto más debe ser ponerlo en forma de timerosal en el sistema circulatorio, que es un sistema cerrado?
Se han encontrado los siguientes problemas graves en estudios biológicos:
Uno, que agota las reservas de glutatión en las células.(Morris et al. 2014, 1059-84)
Esta proteína es un compuesto extremadamente pegajoso que el cuerpo usa para desechar toxinas.
Las toxinas se adhieren a las moléculas de glutatión y así pueden ser desechadas por el sistema digestivo.
Este proceso de limpieza ocurre en todas las células del cuerpo, ya que hay glutatión presente en la mitocondria. Al rápidamente agotar el glutatión del cuerpo, este no da abasto para eliminar tanto mercurio.(Chen et al. 2008, 2612-19)
Una vez el mercurio se encuentra con las células y estas no tienen como eliminarlo, estas mueren prematuramente.
Las células del cebero son doblemente afectadas por el mercurio, no solo por esto, sino porque dado que usan mucho oxígeno en su funcionamiento, es decir necesitan un muy buen abastecimiento de glutatión para eliminar el estrés oxidativo. Si sus mitocondrias no tienen suficiente por culpa del mercurio, mueren prematuramente por esto también.(Marí et al. 2009, 2685-2700)
El mercurio mezclado con la testosterona genera un fenómeno (que es el mismo que sucede cuando hay mucha testosterona) en el que las células se autodestruyen prematuramente. Al ver que la incidencia de autismo y desordenes neuronales es más alto en niños que niñas confirmado, uno puede llegar a ver la conexión con esto.Estrada, Varshney, y Ehrlich (2006)
También se han encontrado problemas en estudios epidemiológicos:
Young et al 2008. “Thimerosal exposure in Infants and Neurodevelopmental Disorders” publicado en el Journal de Ciencia Neurológica “Journal of Neurological sciences” encontró que la alta exposición a vacunas con timerosal vs la exposición a vacunas sin timerosal resultaba en más riesgo de autismo, Desorden de déficit de la atención, desorden de hiperactividad y déficit de la atención, Tics (Young, Geier, y Geier 2008, 110-18):
Geier et al “A Two-Phase Study Evaluating the Relationship Between Thimerosal-Containing Vaccine Administration and the Risk for an Autism Spectrum Disorder Diagnosis in the United States,” publicado en el 2013 en un journal llamado “Translational Neurodegeneration” encontró resultados parecidos al evaluar las vacunas contra la hepatitis B que se administran a los recién nacidos que contenian timerosal.(Geier et al. 2013) Encontró que:
- Los que recibieron las 3 dosis en los primeros 6 meses de vida tenían 3.39 mas probabilidad de ser diagnosticados con autismo a los 3 años
- Los que recibieron 2 dosis en los primeros 2 meses de vida tenían 2.11 veces más probabilidad de ser diagnosticados con autismo
- Los que recibieron 1 dosis en el primer mes, 2.18 veces más probabilidad de ser diagnosticados con autismo a los 3 años
David A. Geier et al., “Thimerosal-Containing Hepatitis B Vaccination and the Risk for Diagnosed Specific Delays in Development in the United States: A Case-Control Study in the Vaccine Safety Datalink,” publicado en el North American Journal of Medical Sciences 2014. Encontró resultados consistentes con lo anterior, pero esta vez para demoras en el desarrollo y tics, es decir, movimientos involuntarios, repentinos y repetitivos en los niños (Geier et al. 2014, 519-31):
- 1.99 veces más probabilidad de ser diagnosticados con tics si recibieron 1 vacuna contra la Hep B con timerosal en el primer mes de vida
- 1.98 veces más probabilidad de ser diagnosticados con tics si recibieron 2 vacuna contra la Hep B en los primeros 2 meses de vida
- 3.07 veces más probabilidad de ser diagnosticados con tics si recibieron 3 vacuna contra la Hep B en los primeros 6 meses de vida
David A. Geier et al., “Thimerosal Exposure and Disturbance of Emotions Specific to Childhood and Adolescence: A Case-Control Study in the Vaccine Safety Datalink (VSD) Database” publicado en un journal llamado Brain Injury en 2017. Y , “Premature Puberty and Thimerosal-Containing Hepatitis B Vaccination: A Case-Control Study in the Vaccine Safety Datalink” publicado en el 2018 en un journal llamado Toxics. Igual, 2 y casi 3 veces más probabilidad de ser diagnosticados con pubertad prematura y problemas emocionales (Geier et al. 2017, 272-78; Geier, Kern, y Geier 2018):
3 Formaldehido o metanal
Es un compuesto químico, inflamable, que se produce industrialmente y que se usa como fungicida, germicida o desinfectante. Esta en cantidades alarmantes en los hand sanitizers ¿Por qué termina a veces en las vacunas que les ponemos en la sangre a nuestros bebes?
Bueno, porque para matar o debilitar el antígeno (virus o bacteria) que van a introducir en la jeringa, con todo lo demás, necesitan algo. Y usan el formaldehido.
Que le hace el formaldehido o metanal a las células?
Daña unas proteínas con el nombre de tau. Estas proteínas tau tienen la función de estabilizar el ‘esqueleto’ interno de las células nerviosas del cerebro. También son encargadas de cambiar la forma en que los genes se expresan, y con esto protegen el ADN de daño, así como también ayudan a repararlo. Dejémoslo ahí porque se vuelve muy técnico, les dejamos varias referencias en la página web si quieren adentrarse en la biologia de todo esto.
El punto es que el formaldehido, al afectar estas proteínas, termina destruyendo las células con las que entra en contacto. Y las células del sistema nervioso y cerebro son justo las que más de esta proteína tienen y por ende las que se ven más afectadas. Al igual que con el aluminio, los pacientes de Alzheimer también presentan altas acumulaciones de formaldehido en sus cerebros. Entre más severa la demencia del Alzheimer, mayor la cantidad de formaldehido acumulado (Tong et al. 2015, 100-110).
Se han levantado banderas rojas respecto a la cantidad de formaldehido que suman todas las vacunas de la agenda. Entre ellas dos médicos que publicaron un libro llamado exposiciones toxicas en los ambientes clínicos (Sullivan y Krieger 2001) , donde denuncian la falta de atención a la gran cantidad de formaldehido inyectado a niños con sus cerebros en desarrollo.
Una de las respuestas a esto es que el cuerpo es capaz de metabolizar esto y desecharlo, pero esto en cantidades muy pequeñas, no en las cantidades abismales que la agenda de vacunación puede llegar a acumular, especialmente a las edades que se administra, cuando el hígado no es un hígado adulto sino en desarrollo, al igual que todos los órganos. Y aun, si el cuerpo puede trabajar y desecharlo, ¿entonces la destrucción de células nerviosas mientras se desecha? Eso sigue estando.
4 Polisorbato 80: El pegante
Como hemos visto, hay muchos ingredientes en las vacunas. Y resulta que mezclar estos ingredientes no es tan fácil como ponerlos en el mismo frasco y ya. Para que la vacuna sea estable y uniforme, es necesario una sustancia que sirva como de pegante o emulsificador. ¿Y cual es esta sustancia muchas veces? El polisorbato 80.
Este es un compuesto sintético, presente en muchos farmacéuticos, maquillaje y hasta alimentos como algunos helados. Cuales son los problemas con el Polisorbato 80?
- Cuando es expuesto al oxígeno, se crea formaldehido como un subproducto de esta mezcla.(Bergh et al. 1997, 9-18; Maggio 2012; Wang, Ignatius, y Thakkar 2014, 1315-30)
- Los residuos de esta transformación química son tóxicos para la estabilidad de las proteínas celulares (Wang, Ignatius, y Thakkar 2014)
- Permeabiliza la barrera sangre-cerebro entrando y llevando otras toxinas como el aluminio consigo (Olivier et al. 1999, 1836-42)
- Es toxico para el hígado (Giannattasio et al. 2002, 184-84; Ellis, Crinis, y Webster 1996, 81-87)
5 Glutamato Monosódico
Este es un aditivo que le ponen a las vacunas para que resistan el transporte y manipulación desde que salen del laboratorio hasta que llegan a la repisa de los pediatras. Este es un aminoácido esencial que el cuerpo también fabrica y que tiene la función de crear una inyección de energía necesaria para que las neuronas envíen mensajes a otras neuronas. En exceso, y especialmente en los años formativos del cerebro (embarazo y primeros 2 años de vida), puede generar más energía de la necesaria o una sobre excitación, que puede causar convulsiones y daños cerebrales. Les dejamos 2 estudios que muestran una conexión entre desordenes en el glutamato y problemas del desarrollo neurológico. Siempre van de la mano.
Uno de los estudios es del Instituto de Medicina (Disorders 2011) y el otro de una revista académica muy conocido de química medicinal (Blaylock y Strunecka 2009, 157-70).
Hay estudios con ratones (les dejamos el link) que han mostrado que el glutamato monosódico administrado neonatalmente termino en generación de déficits de memoria (Wong et al. 1997, 383-88).
6 Bacteria, hongos y otros agentes biológicos desconocidos
La producción de vacunas es un proceso difícil, delicado, y lleno de espacios para error potencial o contaminación de los elementos usados. Piensen en el aire del laboratorio, las personas que entran y salen de los mismos cuando se están fabricando, sus ropas, tu piel, el aire mismo, y los errores humanos. Dados todos estos elementos es difícil creer que las vacunas son 100% antisépticas 100% de las veces. Ha habido ya errores de este tipo y se han tenido que descartar lotes de vacunas a las que les encontraron algún tipo de contaminación. Por esto les ponían tanto timerosal antes, para curarse en salud sobre esto. Pero ahora se usa poco el timerosal (y esta bien! …. la evidencia era abrumadora) entonces este potencial problema vuelve a estar presente.
7 Rastros de ADN animal y humano
El virus o bacteria con el que hacen la vacuna tiene que ser cultivado en algun tejido antes de poder ser depurado, debilitado e incluido en la vacuna. Estos tejidos algunas veces provienen de animales (como pollos), pero la gran mayoría de veces provienen de lineas celulares humanas. Es decir, que fueron tomados de órganos (usualmente pulmones o riñones) de fetos abortados. Cada vez que en un folleto de vacunas dice: HEK-293, WI-38, MRC-5, RA273, WI-26, VA4 - rDNA, PER-C6, se estan refiriendo a una línea celular humana fetal (Pham-Nelson s. f.).
Dejando de lado las implicaciones éticas de usar tejido humano como insumo de este producto, y viéndolo desde el punto de vista biológico solamente, el uso de estos insumos genera preguntas. Por ejemplo, se sabe que depurar en su totalidad el contenido de ADN y dejar el virus o bacteria puro es muy dificil, por lo que trazos, aunque diminutos, de este ADN humano o animal puede quedar en la vacuna. Esto es especialmente cierto para el caso de las vacunas contra viruses, los cuales no pueden vivir sin células huésped. Es alta la probablidad de que algo del tejido huesped entonces quede en la vacuna, si es que se quiere conservar el virus.
8 Dato interesante sobre la investigación de vacunas: Cochrane Institute
El Instituto Cochrane, para los que de pronto no han escuchado, es una organización británica formada para evaluar de manera independiente (es decir sin lazos financieros de ningun tipo con farmacéuticas o gobiernos) temas de salud. Su misión es proveer evidencia imparcial para que sus consumidores puedan tomar decisiones informadas.
Si hay alguien que puede entrar a desenredar esta maraña de las vacunas y hacerlo sin conflictos de interés, es este instituto! Pues bien, les cuento que lo intentaron, pero en el 2015 cerraron su división de investigación sobre vacunas . La cerraron. Dijeron algo como “no tenemos suficiente gente ni suficiente información” adiós. Textualmente lo que dijeron fue:
“An ongoing lack of resource capacity meant that the team were unable to continue to provide a coordinating base and we thank them for all of their hard work.”(«Closure of the Vaccines Field | Cochrane Community» s. f.)
Cada cual puede leer cosas diferentes de esto. ¿Qué leo yo? Que ellos no se iban a meter a la boca del lobo. Su misión es ser independientes (y lo han hecho muy bien con otros temas), y si se meten a este tema una de dos cosas pasan. 1. Pueden encontrar que si hay evidencia para decir q hay problemas con las vacunas y eso implica retaliación de las farmacéuticas y de los gobiernos, 2. Dicen que no hay problemas y que todo está bien, y pierden su credibilidad.
Así que cerremos y listo. Y en casi ya 10 años Cochrane, que tiene gente extremadamente capaz, no han seguido el tema de seguridad de vacunas. Muy pocas personas quieren meterse en este lío. El tema es que si nadie lo hace, empezando por ti y por mi, el problema no se va a ir y sí va a ser más difícil de solucionar después.