T01-E03: Efectividad de la vacuna contra el COVID19
Introducción
El debate sobre la efectividad y seguridad de las vacunas contra el COVID-19 es complejo y requiere un análisis profundo. En este episodio, nos centraremos en las vacunas Pfizer, Moderna y Sinovac, evaluando su efectividad y seguridad en base a evidencia científica.
Efectividad:
La efectividad de una vacuna se refiere a su capacidad para prevenir la enfermedad contra la que está diseñada. En el caso de las vacunas COVID-19, los estudios han demostrado que:
- Reducen significativamente la probabilidad de hospitalización y muerte en caso de contraer la enfermedad.
- Pueden ayudar a disminuir la carga viral (y por ende la transmisión) durante un período limitado, principalmente para las cepas iniciales del virus, no para las últimas mutaciones.
Es importante destacar que:
- La duración de la protección proporcionada por las vacunas aún se está investigando.
- La efectividad puede variar frente a diferentes cepas del virus.
Seguridad:
La seguridad de una vacuna se refiere a los posibles efectos secundarios que puede causar. Las vacunas COVID-19 han demostrado un perfil de seguridad favorable, con la mayoría de los efectos secundarios siendo leves y transitorios. Sin embargo, como cualquier medicamento, existe la posibilidad de reacciones adversas más graves, aunque son extremadamente raras.
Consideraciones sobre los mandatos de vacunación:
Los mandatos de vacunación han generado controversia, y es importante evaluarlos en base a la evidencia científica disponible.
- Si bien las vacunas COVID-19 son efectivas para reducir el riesgo de enfermedad grave, no eliminan por completo la posibilidad de transmisión.
- La efectividad de las vacunas puede disminuir con el tiempo y frente a nuevas variantes del virus.
- Los mandatos de vacunación no toman en cuenta las diferencias individuales en cuanto a riesgos y susceptibilidad a la enfermedad.
La decisión de vacunarse es personal y debe basarse en una evaluación individualizada de los riesgos y beneficios, considerando la edad, estado de salud, historial médico y preferencias personales. Es fundamental consultar con un profesional de la salud para obtener información precisa y personal
Definiciones y consideraciones
En el debate sobre las vacunas, surge un término comúnmente utilizado: “eficacia”. Sin embargo, es importante comprender que este término no es equivalente a “efectividad”, y ambos conceptos juegan roles distintos en la evaluación de las vacunas.
Eficacia:
La eficacia de una vacuna se define como su capacidad para prevenir una enfermedad específica en condiciones ideales y controladas, típicamente dentro de un ensayo clínico. En estos estudios, se seleccionan cuidadosamente participantes, se controlan estrictamente las variables y se monitorea de cerca el cumplimiento del protocolo.
Un ejemplo de eficacia:
En el ensayo clínico de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el COVID-19, se observó una eficacia del 95% para prevenir la enfermedad sintomática (Polack et al. 2020). Esto significa que, dentro de este estudio controlado, las personas vacunadas tenían un 95% menos de probabilidades de desarrollar síntomas de COVID-19 en comparación con aquellas que no recibieron la vacuna.
Efectividad:
La efectividad, por otro lado, evalúa el desempeño de una vacuna en el mundo real, donde las condiciones pueden ser menos controladas y las variables más complejas. Factores como el comportamiento individual, la exposición al virus y la circulación de variantes virales pueden influir en la efectividad real de una vacuna.
Un ejemplo de efectividad:
Si bien la vacuna Pfizer-BioNTech mostró una alta eficacia en el ensayo clínico, estudios posteriores en el mundo real han demostrado una efectividad variable, dependiendo de factores como la variante del virus y el tiempo transcurrido desde la vacunación. Por ejemplo, un estudio en Israel encontró que la efectividad de la vacuna para prevenir la infección por SARS-CoV-2 disminuyó de 95% a 64% entre enero y mayo de 2021..
Diferencias clave:
- Condiciones: La eficacia se mide en estudios controlados, mientras que la efectividad se evalúa en escenarios del mundo real.
- Variables: La eficacia considera un conjunto limitado de variables, mientras que la efectividad toma en cuenta una gama más amplia de factores.
- Objetivo: La eficacia busca determinar la capacidad de la vacuna para prevenir la enfermedad bajo condiciones ideales, mientras que la efectividad evalúa su desempeño en situaciones prácticas.
¿Por qué es importante esta distinción?
Comprender la diferencia entre eficacia y efectividad es crucial para interpretar correctamente los resultados de los estudios sobre vacunas y para tomar decisiones informadas sobre la vacunación.
La eficacia y la efectividad son dos medidas distintas que proporcionan información valiosa sobre el desempeño de las vacunas. La eficacia nos indica qué tan bien funciona la vacuna en condiciones ideales, mientras que la efectividad refleja su rendimiento en el mundo real. Ambas medidas son importantes para evaluar la utilidad de una vacuna y tomar decisiones informadas sobre la salud pública.
# Resultados a favor de la efectividad de la vacuna
Las vacunas son herramientas esenciales en la lucha contra las enfermedades infecciosas, y su efectividad para prevenir la hospitalización y la muerte es un tema de gran interés. En este episodio, analizaremos la evidencia científica disponible sobre este tema, tomando en cuenta los diferentes tipos de estudios y sus limitaciones.
Estudios epidemiológicos:
- Meta-análisis: Un metaanálisis publicado en enero de 2022 en International Journal of Infectious Diseases analizó 51 estudios sobre la efectividad de las vacunas. Los resultados mostraron una efectividad general superior al 80% para prevenir la hospitalización y la muerte (97% y 99%, respectivamente). La efectividad contra la infección varió según la vacuna: Moderna (98%), Pfizer (91%) y CoronaVac (65.7%) (Zheng et al. 2022).
Consideraciones sobre los estudios epidemiológicos:
- Duración del seguimiento: Los estudios analizados en el metaanálisis solo evaluaron la efectividad hasta seis semanas después de la segunda dosis, por lo que no brindan información sobre la efectividad a largo plazo.
- Transmisión del virus: Los estudios no concluyen de manera definitiva si las vacunas previenen la transmisión del virus a otras personas.
- Variabilidad de la efectividad: Los niveles de efectividad pueden variar entre los estudios debido a factores como la vacuna utilizada, el tamaño del estudio, la demografía de la población y la duración del seguimiento.
- Efectividad contra variantes: La efectividad de las vacunas contra otras variantes del virus puede ser limitada.
Ejemplo de estudio epidemiológico:
- Estudio en Qatar: Un estudio realizado en Qatar encontró que la protección contra la infección y los síntomas disminuye después de dos meses, mientras que la protección contra la hospitalización y la muerte perdura por seis meses después de la segunda dosis (Chemaitelly et al. 2021).
Estudios biológicos de anticuerpos:
- Estudio en trabajadores de la salud: Un estudio biológico en trabajadores de la salud mostró que el nivel de anticuerpos disminuye sustancialmente seis meses después de la segunda dosis, especialmente en varones de 65 años o más (Levin et al. 2021).
Inmunización masiva:
Estudio en Israel: Un estudio realizado en Israel estimó que la efectividad de la vacuna contra la enfermedad severa después de la segunda dosis es del 92%, y contra la muerte del 72% después de la primera dosis (Dagan et al. 2021). Sin embargo, las estimaciones se basaron en un periodo de tiempo corto (14 a 27 días después de la primera dosis y 7 días después de la segunda dosis).
Estudio en Chile: Un estudio en Chile mostró que la vacuna Sinovac tiene una efectividad del 65% después de la segunda dosis contra la infección y del 86% contra la muerte (Jara et al. 2021).
Estudio de la CDC: Un estudio de vigilancia de la CDC publicado en enero de 2022 concluyó que la protección contra la hospitalización y la muerte se mantiene alta a pesar de la disminución de la efectividad con la variante Delta y la disminución de la inmunidad por las vacunas (Johnson, AB, y AR 2022). Sin embargo, el estudio excluye a personas parcialmente vacunadas.
Respuesta del sistema inmune:
- Estudio en Nature: Un estudio en la revista indexada Nature mostró que la respuesta de células B se mantiene alta hasta las 12 semanas después de la segunda dosis, y luego comienza a disminuir (Turner et al. 2021).
Conclusión
Las vacunas son herramientas efectivas para prevenir la hospitalización y la muerte por COVID-19. Sin embargo, es importante considerar que la efectividad puede variar según la vacuna, el tiempo transcurrido desde la vacunación, la variante del virus y otros factores. La duración de la protección también es un tema de investigación en curso.
Es importante destacar que la investigación sobre las vacunas contra el COVID-19 es un campo en constante evolución, y la información presentada aquí se basa en nuestro conocimiento actual.
Resultados en contra de la efectividad de la vacuna
Declaraciones de autoridades:
- Albert Bourla, CEO de Pfizer: “Las primeras dos dosis de la vacuna presentan una protección limitada contra la infección y por eso se necesita el refuerzo.” (Alisa Odenheimer y Damian Shepherd 2021)
- Rochelle Walensky, Directora de la CDC: “Las vacunas contra el COVID no previenen la transmisión.” (The Deprogram 2021).
Declinación de la respuesta inmune:
- Estudio en New England Journal of Medicine: La respuesta humoral (producción de anticuerpos) disminuyó sustancialmente seis meses después de la segunda dosis de la vacuna BNT162b2, especialmente en hombres, mayores de 65 años y personas con inmunosupresión (Levin et al. 2021).
Necesidad de refuerzos:
- La necesidad de múltiples dosis de refuerzo sugiere que la vacuna no activa el sistema inmune de manera integral y duradera.
- Se cuestiona la cantidad de refuerzos que la población está dispuesta a recibir.
Respuesta de los defensores de la vacunación:
- Enfatizan la prevención de la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte Si bien prevenir la infección no siempre es el objetivo de una vacuna, las vacunas contra el COVID-19 son altamente efectivas para prevenir resultados graves.
- El objetivo principal es reducir la carga sobre el sistema sanitario y proteger a las personas vulnerables.
- Resaltan que la gravedad de la enfermedad es el peor resultado posible, no la infección en sí:La vacunación no busca eliminar por completo la infección, sino prevenir las consecuencias más graves.
Reconocen la necesidad de refuerzos para mantener la efectividad a largo plazo:La disminución de la respuesta inmune con el tiempo justifica la administración de dosis de re
Conclusiones
Efectividad a corto plazo:
- Las vacunas son efectivas para reducir la probabilidad de hospitalización y muerte por COVID-19, especialmente en los primeros seis meses después de la segunda dosis.
- La efectividad disminuye con el tiempo, lo que requiere la administración de refuerzos para mantener la protección a largo plazo.
Prevención de la infección y la transmisión:
- La capacidad de las vacunas para prevenir la transmisión sigue siendo un tema de debate, pero por el momento la evidencia sugiere que es más probable que la vacuna no ayude lo suficiente con la transmisión del virus. Sin embargo, en el mejor de los casos, estudios muestran actualmente resultados mixtos.
Implicaciones para la decisión de vacunarse:
- La decisión de vacunarse es personal y debe basarse en una evaluación individual de los riesgos y beneficios, considerando factores como la edad, la salud subyacente y el estilo de vida.
- Para individuos con mayor riesgo de complicaciones graves por COVID-19, la vacunación puede ser una herramienta valiosa para prevenir la hospitalización y la muerte.
Consideraciones sobre los mandatos de vacunación:
- La efectividad de las vacunas para prevenir la transmisión es un aspecto importante a considerar al evaluar los mandatos de vacunación.
- Hoy en día no existe la suficiente evidencia para respaldar que la vacuna debe ser impuesta obligatoriamente.
- Si bien los mandatos pueden tener como objetivo proteger la salud pública, es importante sopesar los beneficios potenciales con las posibles limitaciones de las vacunas y las libertades individuales.
- La evidencia científica debe ser el pilar fundamental para la toma de decisiones relacionadas con la salud pública, incluyendo los mandatos de vacunación.
- Un debate abierto y basado en datos es crucial para encontrar soluciones efectivas y aceptables para todos.